Los que nos seguís sabéis que nuestros hijos son muy
importantes en el día a día de nuestra pequeña empresa, casi todos los
productos parten de ideas suyas, son nuestros testers más expertos, ningún
producto sale a la calle sin tener en cuenta su opinión, y, la mayoría de las
veces, no ven la luz sin poner en marcha los cambios que alguno de ellos
propone.
Nos encanta que ellos formen parte de Tipi-Too, su
participación va mucho más allá de las sesiones de fotos, creemos que están
viviendo una experiencia que les va a servir de ayuda en el futuro, ven como trabajamos
día a día para sacar adelante nuestro sueño, entienden el esfuerzo y la pasión
que hay detrás de un juguete, o de un tendero, se han vuelto más cuidadosos y
más respetuosos.
Tipi-Too nos brinda también la posibilidad de hacer los
deberes en la misma mesa en la que mamá trabaja… de organizar nuestro tiempo según nuestras
necesidades, poder parar para dar unos mimos, o para bañarles, o simplemente
para compartir momentos… aunque luego haya que volver al ordenador, aunque
después te den las tantas de la mañana.
Pero el verano es otra historia, este año, por primera vez
nos hemos organizado para que Tipi-Too no tenga vacaciones, (aunque nosotras, por turnos, si) tenemos mucho, mucho trabajo y sabemos que es el momento de estar
al 100%, y, mientras ese momento llega, nos resulta mucho más práctico y fácil trabajar juntas, ellos se lo pasan pipa, tienen sensación de planzao, de verano... y nosotras trabajamos juntas.
Los niños se conocen mucho, se
quieren y se cuidan entre ellos, se entretienen, la verdad es que, para nosotras, es una gozada.
El día en que fueron tomadas estas fotos faltaba Claudia,
que estaba en casa de una amiga, pero hay muchos días así, en que ellos juegan
en la habitación de al lado, comen juntos, se toman un helado… juegan con todo lo que encuentran... y dejan la habitación hecha un auténtico cirio.
Patricia y Candela quisieron ayudarnos cuando vieron que
estábamos preparando los pedidos del Proyecto Luna, la verdad es que nos
encanta su participación e implicación en el proyecto, su interés sincero por
Luna, y su empatía hacia todos los niños que, como ella, tienen cáncer.
Aún hay mucha gente que dice que montar empresas con amig@s
es un error, que trabajar con los niños cerca es imposible… pero a nosotras nos
encanta que Tipi-Too crezca así, acorde a nuestras vidas, con los niños cerca.
Muchas veces hablamos de que si, el día de mañana, crecemos
lo suficiente como para tener una oficina, además de una sala de reuniones y un almacén muuuuuuy grande… nos encantaría tener también una sala para ellos, con juegos y mesas para que puedan hacer los
deberes y una tele para que puedan ver pelis…
¿Por soñar que no quede, no?
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